El periodo monárquico de Roma está marcado del mismo modo que su fundación por el mito y la leyenda. Historiadores romanos como Tito Livio y Plutarco escriben las historias que han pasado de generación en generación sobre los reyes romanos, pero es difícil distinguir entre la realidad y ficción de los hechos que estos documentos recogen.
Existen evidencias históricas y arqueológicas de la existencia de un periodo monárquico en Roma, sin embargo los reyes, las fechas y los eventos que tenían lugar en esa época se encuentran entre el mito y la realidad.
Roma fue reinada por un total de 7 reyes divididos en dos grupos. Los reyes latinos y sabinos o reyes legendarios, de procedencia agraria o pastoril que impulsaron Roma hasta convertirse en una ciudad digna. Y los reyes etruscos o reyes históricos de la familia de los Tarquinios, provenientes de una civilización (etruscos) más avanzada que mostró a los romanos las ventajas del comercio y la industria.
Reyes Latinos y Sabinos
Cuatro fueron los reyes latinos o sabinos que gobernaron Roma. Su existencia histórica está en entredicho por lo que se les suele denominar reyes legendarios. Según narra la historia, Rómulo fundó Roma cuyos habitantes eran denominados latinos, y tras el rapto de las sabinas y la guerra entre latinos y sabinos, la paz arreglada entre ambos pueblos consistió en unirse para ser un poblado más fuerte.
Rómulo – 753-715 a.C.
Considerado el primer rey de Roma, gobernó desde 753 hasta el 715 a. de C. De acuerdo con la “Historia de Roma” de Tito Livio, Rómulo que era latino, pobló Roma con fugitivos de otras regiones y tras la guerra con los sabinos pacta la paz con ellos repartiéndose el poder y las mujeres. Tatio y Rómulo compartieron el poder durante un tiempo hasta que el primero fue asesinado quedando Rómulo como único rey de Roma.
Su reinado duró 38 años y durante este tiempo desarrolló el primer ejército de Roma con el que trató de expandir los territorios romanos. Creó algunas instituciones típicamente romanas, los patricios, la clase ciudadana y las bases para el Senado Romano.
Numa Pompilio – 715-673 a.C.
Sucesor de Rómulo y primer rey sabino, gobernó durante cerca de 40 años durante los que trajo paz y prosperidad a Roma. Un rey severo y no obstante piadoso, descendiente del asesinado Tatio. Es considerado el fundador de la religión romana y creador de numerosos templos y sitios de culto a los dioses. Según los historiadores Plutarco y Livio, organizó la ciudad en distritos administrativos y creó los primeros gremios de trabajadores y dividió el año en 12 meses.
Fue un rey pacífico, durante su reinado, el templo de Jano, que se abría cada vez que había un enfrentamiento bélico con otra población, permaneció cerrado. Falleció por causas naturales.
Tulio Hostilio – 673-641 a.C.
Sucesor de Pompilius y de origen latino, gobernó entre 673 y 641 a.C. En palabras de Tito Livio, Tulio Hostilio era justamente lo contrario que su predecesor, organizó el Ejército romano y lo llevó a la guerra frente a Alba Longa, la ciudad más importante del Lacio, a la que finalmente conquistó ampliando así el territorio romano.
Su carácter guerrillero y su rechazo a los dioses de Roma, unido a la plaga que arrasó la ciudad durante su reinado, hizo que un grupo de nobles de la ciudad liderados por Anco Marcio descontentos con su mandato lo asesinaran.
Anco Marcio – 641-616 a.C.
Nieto de Numa Pompilio asesinó a Tulio Hostilio, apodado el constructor, su reinado se caracterizó por una época de construcción y expansión territorial hasta el mar. Considerado el creador de la clase plebeya ciudadana, el puerto de Ostia y el primer puente sobre el Tíber.
Combinó una gran capacidad administrativa con logros militares absorbiendo diversas tribus latinas. De igual manera que su abuelo, falleció por causas naturales.
Reyes Etruscos
Tarquinio Prisco – 616-578 a.C.
El primer monarca etrusco, encargado del cuidado de los hijos de Anco Marcio, envió a estos al exilio tras la muerte de su padre. El primer rey en realizar un discurso ante el pueblo pidiendo su proclamación como rey que al final consiguió. Para celebrarlo y contentar a los ciudadanos romanos inauguró el Circo Máximo organizando los primeros juegos romanos. Esta costumbre no se interrumpió desde entonces. Además de ganarse el favor de la plebe, Prisco mejoró Roma tanto administrativa como militar y estructuralmente. Conquistó nuevas tribus y desarrolló el ejército llenándolo de simbolismos. Creó el Senado.
Con el fin de evitar la aparición de nuevas plagas construyó la Cloaca Máxima que llevaba los deshechos de la ciudad al Tíber, además creó calles e instituciones públicas convirtiendo a Roma en una verdadera ciudad. Finalmente murió en el 578 a.C. a manos de los hijos de Anco Marcio.
Servio Tulio – 578-534 a.C.
De origen humilde, hijo de una esclava y criado en el palacio de la familia Tarquinio, alcanzó el poder gracias al apoyo de Tunaquil, mujer de Prisco. Rey durante más de 40 años, querido y respetado por los ciudadanos de Roma.
Desarrolló la ciudad con nuevas construcciones y permitió la evolución política y social de Roma. Construyó la Muralla Serviana para proteger la ciudad, impulsó el comercio y la industria, reorganizó las clases sociales dando poder a aquellos que se lo ganaran por méritos propios aunque fueran de orígenes humildes. Fue asesinado por su hija Tulia y su marido Tarquinio.
Tarquinio el Soberbio – 534-510 a.C.
Séptimo y último rey de Roma, asesino de Servio Tulio. Bajo su mandato, los etruscos se encontraban en la cima o momento máximo de poder y la autoridad del monarca era absoluta. Abolió diversas reformas constitucionales realizadas por sus predecesores e impuso sus decisiones por medio de violencia y asesinatos. Su tiránica actitud mantuvo descontentos a los romanos durante todo su mandato hasta que el secuestro de Lucrecia, una patricia (clase alta romana) a manos del hijo del rey fue el desencadenante de una revolución liderada por Lucio Junio Bruto y Lucio Tarquinio Colatino.
En el 510 a.C. la revolución acabó con Tarquinio el Soberbio y el senado decretó que Roma jamás volvería a ser gobernada por reyes. Daba comienzo la República Romana.