Historia del peinado en la Roma Imperial

Por sorprendente que te parezca si no conocías ningún dato al respecto la historia de los peinados en la Roma imperial es bastante curiosa pues mientras la moda de ropa fue parecida durante mucho tiempo la historia del peinado y las principales tendencias fueron variando. Te presentamos la importancia del peinado en la Roma imperial.

La historia del peinado en la Roma imperial

En el período de la Roma imperial las mujeres importantes de la realeza y las emperatrices fueron las encargadas de marcas las tendencias y crear diferentes estilos y modas con sus peinados que imitarían las mujeres de Roma.

En los primeros tiempos en los que las mujeres empezaron a cuidarse el pelo lo arreglaban de forma sencilla. Los peinados destacaban por su simplicidad, como por ejemplo el peinado de moño con la raya en el medio durante el período republicano. Más tarde, con la llegada de la Roma imperial se harían famosos los postizos y las trenzas que se cruzaban encima de la frente. Las jóvenes por su parte eran más prácticas para poder realizar muchas tareas y se recogían el pelo en un moño encima de la nuca con una cola de caballo o con trenzas.

Durante la época imperial las emperatrices fueron las principales encargadas de marcar tendencia, así como también otras mujeres de la familia real. Más tarde otras aristócratas imitarían sus estilos, que sin duda eran un signo destacado de distinción social entre los diferentes romanos. Con la época flavia los peinados se hacen mucho más abultados y los rizos más grandes y marcados. Las esposas llevaban un peinado de seis trenzas como las sacerdotisas y las vestales y en cuanto a color los negros y los rojos eran los que más triunfaban ya que el tinte rubio llegaría más tarde.

Algunas mujeres que no podían teñir su cabello por ser demasiado débil empezarían a usar pelucas negras de la India y rubias de Germania. Durante el esplendor de la época flavia, el peinado se abulta y los rizos también se hacen más grandes (fuente: peloperfecto.top).

En cuanto a los tipos de peinados sin duda el más antiguo es el Octavia. Esta mujer, hermana del primer emperador de Roma fue realmente valorada por representar las virtudes de la mujer y su peinado tocado muy sencillo se basaba en un copete en la frente y una trenza en la nuca que se recogía de manera semicircular en un moño. Se dejaban dos mechones a los lados y el resto de pelo se pegaba al cráneo.

Otro de los peinados más famosos fue el de la hija de Octavia, el “Antonia”. Era un peinado muy clásico que tomaban como modelo los peinados griegos con un moño frontal peinado con raya en el medio y el cabello partido en dos partes gruesas. El moño de detrás en forma semicircular bajaba hasta la base del cráneo.

La esposa de Augusto, emperatriz Livia también contó con su peinado clásico que se impuso en la moda de Roma. Se basó en un moño en la nuca y los laterales y la frente ondeados hacia adentro. Se denominó peinado de nudo porque se colocaba un rulo en la frente como un tupé, que más tarde desaparecería.

En la época Flavia hubo muchísimos peinados, pero además de los mentados anteriormente sin duda otro de los más famosos fue el peinado de “nido de abejas”. Este peinado lo hizo famoso la hija del emperador Tito, Julia.

Se trataban de un peinado con trenzas y algo parecido a un tupé que estaba elaborado con rizos. Era muy costoso de hacer y muy caro y los rizos abultaban en la frente pareciendo un casco mientras se recogía lo que quedaba de pelo detrás en un moño. Este tipo de peinado simbolizaba una buena posición social.