Tras la muerte de Alejandro Severo en 235, el Imperio Romano se sume en una profunda crisis, la denominada Crisis del Siglo III que duró 50 años. Durante la misma el Senado había perdido el poder en favor del Ejército cuyos generales pugnaban por hacerse Emperadores, comienza una etapa de Anarquía militar.
La seguridad e integridad del imperio se había puesto en duda durante los años de anarquía se tradujo en un intento de invasión bárbara. Se hicieron con el poder emperadores de origen ilírico que lograron evitar las invasiones bárbaras y reunificar el imperio restableciendo la situación. Con el nombramiento de Diocleciano se da por finalizada la crisis imperial y da comienzo el Bajo Imperio Romano. Sin embargo, nunca se volvería a los tiempos de la Edad de Oro con Trajano y Adriano.
Diocleciano y la Tetrarquía
Diocleciano fue un brillante general que venció a los godos en su intento por atravesar las fronteras romanas, sus victorias le proporcionaron el camino directo al trono. Con su nombramiento como Emperador inauguró un periodo de reformas que permitieron que el Imperio Romano sobreviviera durante 200 años más en Occidente y diez siglos más en Oriente.
La primera decisión que tomó como Emperador fue la de dividir el Imperio Romano en dos mitades. Consciente de que un solo Emperador no era capaz de gobernar todo el imperio, formó lo que se conoce como Tetrarquía. Cada parte del imperio tendría su propio Emperador y éste estaría secundado por un César o vice emperador encargado del mantenimiento de las fronteras.
Los emperadores por aquel entonces eran Diocleciano y Maximiano, estuvieron en el poder hasta 305 cuando abdicaron y su lugar lo ocuparon Galerio y Constancio I. Sin embargo, la sucesión se tradujo en una serie de guerras civiles hasta que Constantino I hijo de Constancio I logró convertirse en el 324 único gobernante del Imperio Romano.
Constantino el Grande
Tras un enfrentamiento entre los emperadores del Imperio Romano de Occidente y de Oriente, Constantino I y Licinio, Constantino se hace con el poder sobre la totalidad del Imperio Romano. Comienza de este modo el reinado del Emperador Constantino el Grande. Y la denominada Dinastía Constantiniana.
Durante el reinado de Constantino se produjeron una serie de hechos de gran importancia:
- Edicto de Milán en el 313, establece la libertad de culto en el Imperio Romano. Unificó la doctrina cristiana con el Concilio de Nicea.
- Funda la ciudad de Constantinopla a la que convirtió en capital de todo el Imperio. Roma queda relegada a ciudad secundaria.
Durante el periodo en que Constantino fue Emperador, se llevaron a cabo numerosas reformas en todos los campos, política, economía y ejército se vieron alterados. El Senado multiplicó el número de magistrados que lo componían, se creó una nueva moneda denominada solidus, y el ejército fue reorganizado y jerarquizado.
Tras la muerte de constantino, sus hijos se dividieron gobierno el imperio, pero se produjeron una serie de conspiraciones que acabaron con Constancio al mando total del Imperio. Tras el llegaron una serie de emperadores constantinianos que sin embargo no fueron capaces de devolver el esplendor alcanzado durante el gobierno de Constantino al imperio.
Teodosio el Grande
En el año 378 Teodosio se convierte en Emperador de Oriente y tras la muerte de Valentiniano II en 392 Emperador único. Durante su gobierno, tuvo que hacer frente a las incansables invasiones bárbaras en occidente. Para lograr contenerlas concedió a algunos poblados asentarse en territorio romano.
Durante el reinado de Teodosio el Cristianismo se convirtió en la religión oficial de Roma. La organizada Iglesia conseguía llegar a los últimos rincones del imperio incluso donde el propio gobierno no alcanzaba a llegar por lo que la cooperación entre ambas instituciones fue buena para el imperio. Sin embargo, lo que al principio parecía una buena idea para el imperio acabo volviendose en su contra y precisamente el cristianismo fue una de las principales causas del fin del Imperio Romano de Occidente.
A su muerte en el año 395, Teodosio dividió de manera definitiva el Imperio Romano en dos. Nombró a su hijo Honorio Emperador de Occidente mientras que Oriente quedaba en manos de su hijo Arcadio. A partir de este momento el Imperio Romano se encuentra dividido, el Oriente prosperará, sin embargo Occidente no durará más de 100 años debido a las invasiones bárbaras.
