Gobierno del Imperio Romano

El senado Romano

Roma logró transformarse de un pequeño asentamiento fundado por Rómulo sobre la colina del Palatino a la ciudad más floreciente de la edad antigua capital del Imperio más poderoso y extenso jamás conocido.

Para entender cómo fue posible esta evolución y cómo se logró manejar el vasto territorio que alcanzó su máximo durante el siglo de oro del Imperio Romano, es necesario conocer cuáles eran los funcionarios que componían el gobierno del país, como se repartía el poder y cuáles eran las responsabilidades de cada cargo.

Regulación clasista

En el comienzo de la historia romana, durante la República, existía una gran diferencia entre patricios (clase alta) y plebeyos (clase baja). Esta disparidad propició numerosos enfrentamientos, revueltas de esclavos y guerras civiles. Tras una larga lucha, los Plebeyos adquirieron igualdad política con los Patricios en el Gobierno Romano.

En la Segunda Guerra Púnica el antagonismo entre ambas clases había casi desaparecido y el único rasgo de separación entre ellas, en materia política, era la regulación que establecía que de los dos Cónsules y los dos Censores, uno debía ser un Patricio y el otro un Plebeyo.

Pero incluso esta regulación clasista cayó en desuso con el tiempo, ante el ascenso de la nueva nobleza, marcada por una disminución de los Patricios, y entonces se volvió costumbre elegir los dos Cónsules y Censores para el Gobierno de la clase plebeya.

Los Magistrados

Cualquier ciudadano romano que aspirase al poder político o consulado debía pasar gradualmente a través de distintas responsabilidades en el Gobierno, cada una de las cuales tenía una edad mínima establecida y cuyos ocupantes eran denominados Magistrados.

Así, para ser Cuestor, el primero de estos Magistrados,  había que ser mayor de 27 años. Los Ediles debían ser mayores de 37, los Pretores de 40 y el Cónsul no podía ser menor de 43.

Senado Magistrados Romanos

Los Magistrados en Roma estaban divididos entre los Curules y aquellos que no lo eran. Entre los primeros estaban los Dictadores, los Censores, Cónsules, Pretores y Ediles curules. Se les adjetivaba de esa forma porque eran los Magistrados con derecho a sentarse en una Silla Curul, un emblema de poder nobiliario importado, junto a otras insignias de realeza, de Etruria.

Cuestores

Los Cuestores se encargaban de parte de las finanzas del Estado en el Gobierno Romano. Era su deber recibir las rentas y hacer los pagos necesarios para los servicios militares y civiles. Originalmente había sólo dos Cuestores pero el número se fue incrementando a medida que se expandía la República.

Además de los dos que siempre permanecían en Roma, cada Cónsul o Pretor que condujese una guerra o gobernase una provincia era asistido por uno de estos Magistrados.

Ediles

Los Ediles originalmente eran un cargo Plebeyo en el Gobierno Romano pero dos Ediles Curules fueron agregados a los dos iniciales en el año 365 a.C.. Los cuatro Ediles tenían en común la responsabilidad de los edificios públicos, la limpieza y el drenaje de la ciudad, y la superintendencia de la policía, que les encargaba velar por la venta de esclavos. De igual forma tenían a su cargo la regulación de los festivales públicos y grandes eventos como el Ludi Magni o los Grandes Juegos.

Pretores

Los Magistrados Pretores se establecieron en el Gobierno en el año 366 a.C.. Originalmente había sólo un Pretor, llamado a la postre Pretor Urbanus y cuyo principal deber consistía en administrar la justicia. Para el año 246 a.C. se agregó un segundo Pretor, que debía decidir los casos concernientes a extranjeros, de ahí que fuese nombrado como Pretor Peregrinus.

A medida que el Estado romano se expandió más allá de Italia, nuevos Pretores se crearon para participar en los gobiernos de las provincias y territorios anexados. Así, dos Pretores fueron encargados para tomar parte en la administración de Sicilia y Cerdeña (227 a.C.) y dos más fueron mandatados para formar parte de los gobiernos de las dos provincias conformadas en suelo hispánico (197 a.C.).

En total fueron seis Pretores, dos de los cuales permanecían en Roma y el resto en sus provincias. Cada uno de ellos era asistido por seis Lictores, funcionarios públicos que se encargaban de escoltar a Magistrados Curules como los Pretores y garantizaban el orden público y custodia de prisioneros.

El Cónsul

Los Cónsules eran los Magistrados ordinarios de más alto nivel en el Gobierno Romano y estaban a la cabeza tanto del Estado como del Ejército. Sus deberes incluían la supervisión del Senado y la Asamblea o Comicios Centuriados, instituciones que presidía, y la garantía de que sus resoluciones tomaran efecto.

Tenían el comando supremo de los ejércitos, conferido bajo un voto especial del Pueblo y en este sentido tenían en sus manos poder total para decidir por la vida o muerte de sus soldados.

Senado Romano

Los Cónsules eran precedidos en sus marchas por 12 Lictores. Cuando se produjo la transición de la República al Imperio, los cónsules, aunque seguían existiendo no tenían tanto poder como antes. El emperador era el comandante supremo de todos los ejércitos.

Dictador

La Dictadura, que fue instrumentada a menudo en las primeras etapas de la República Romana, desapareció totalmente después de la Segunda Guerra Púnica. Esto se debe a que la República se volvió poderosa y no tenía por qué temer a ningún enemigo en Italia, por lo que una Magistratura con poderes extraordinarios como la Dictadura no tenía razón de ser.

Mientras se aplicó, consistía en el otorgamiento a los Cónsules por parte del Senado de poderes especiales (poder dictatorial) para gobernar bajo su criterio exclusivo sin someter sus decisiones a consulta o aprobación.

Censor

El cargo de Censor en el Gobierno Romano se consideraba como el de más alta dignidad en el Estado. Los censores tenían amplio poder y podían incluso expulsar senadores del Senado.

Habían dos censores que eran seleccionados, como regla general, de aquellos que previamente habían sido Cónsules. Sus deberes, muchos y de vital importancia para el funcionamiento político, incluían la realización de censos y establecimiento de impuestos, el control de la conducta y moral de los ciudadanos, y la administración financiera del Estado, siempre bajo la dirección del Senado.

El senado de Roma

Trascendencia histórica

Muchos de las Magistraturas o cargos que existen en los Estados de distintos países, tienen su origen en el Gobierno Romano. Aunque funcionaba bajo un régimen de producción esclavista, Roma, como República primero e Imperio después, articuló un sistema jurídico y de organización política que ha servido de inspiración para los sistemas políticos y judiciales contemporáneos, los que no sólo toman prestado de aquella nombres para definir cargos o instancias exclusivas, sino también funciones, encargos y normas generales de funcionamiento.