Cristianismo en el Imperio Romano

Cristianismo en Roma

El cristianismo nació en la época del Imperio Romano cuya religión oficial por aquel entonces era politeísta. En sus primeros años, los cristianos eran perseguidos como criminales puesto que profesaban una religión contraria a la oficial.

A pesar de que el Cristianismo fuera en contra de la propia ley romana, el número de seguidores crecía día tras día, los Crisitianos estaban siempre tratando de adquirir nuevos seguidores. Aunque algunos de los seguidores eran ricos, la mayoría de ellos eran de la clase media-baja debido a la doctrina de igualdad que profesa el Cristianismo.

En el año 313 d.C. el Emperador Constantino el Grande se convirtió al Cristianismo y legalizó el culto Cristiano. Posteriormente durante la época de Teodosio el Grande, el cristianismo se convirtió en religión oficial de Roma. Incluso tras la desaparición del Imperio Romano de Occidente, toda Europa estaba convertida al Cristianismo.

Persecución al Cristianismo

La religión oficial romana era politeísta, veneraban a distintos dioses y creían que el favor de los dioses era necesario para garantizar la seguridad del país. Los Cristianos, creían en un Dios único que nada tenía que ver con los dioses romanos, es por ello que los líderes romanos consideraban que el Cristianismo se oponía, no solo a la religión oficial sino porque suponía una amenaza para el estado no venerar a los dioses romanos.

Este hecho, ligado a que la mayoría de seguidores del Cristianismo eran plebeyos o esclavos propició que el estado comenzara una persecución irracional contra los Cristianos. Estos se veían obligados a practicar su religión en secreto en los entresuelos de la ciudad, en las denominadas catacumbas. De lo contrario eran capturados por legionarios romanos y arrestados, la mayoría de ellos perecían de diversas maneras, la más escalofriante era la muerte en la arena del coliseo. Se dejaba a un grupo de Cristianos en el centro del Anfiteatro y se soltaban leones que finalmente los devoraban.

Cristianismo Imperio Romano

La persecución más conocida sobre los Cristianos fue llevada a cabo por Nerón. Se dice que fruto de la locura, el Emperador prendió fuego a la ciudad de Roma en el año 64 a.C. con el objetivo de reconstruir ciertas zonas de la ciudad como él quería. Los rumores de que había sido el propio emperador el causante del incendio propiciaron que Nerón acusara a los cristianos como culpables de que Roma ardiera y comenzara a perseguirlos y masacrarlos.

Las persecuciones a los Cristianos se repitieron durante los reinados de Trajano, Septimio Severo y sobretodo Diocleciano. Estos emperadores trataron de hacer renacer la religión oficial del estado, ensalzando a los dioses romanos intentando aplacar el desarrollo del Cristianismo que comenzaba a cobrar fama debido a que los asesinados se consideraban mártires.

Persecución a los Cristianos Imperio Romano

Cristianismo Religión Oficial

En el año 313 d.C. Constantino el Grande, de religión cristiana otorga el derecho y libertad a profesar el Cristianismo sin ser castigado en el Imperio Romano por medio del Edicto de Milán. Más tarde en el año 380 d.C. el Emperador Teodosio el Grande por medio del Edicto de Tesalónica establece el cristianismo como la religión oficial del Imperio Romano.

El texto del Edicto de Milán rezaba:

“Habiendo advertido hace ya mucho tiempo que no debe ser cohibida la libertad de religión, sino que ha de permitirse al arbitrio y libertad de cada cual se ejercite en las cosas divinas conforme al parecer de su alma, hemos sancionado que, tanto todos los demás, cuanto los cristianos, conserven la fe y observancia de su secta y religión… que a los cristianos y a todos los demás se conceda libre facultad de seguir la religión que a bien tengan; a fin de que quienquiera que fuere el numen divino y celestial pueda ser propicio a nosotros y a todos los que viven bajo nuestro imperio. Así, pues, hemos promulgado con saludable y rectísimo criterio esta nuestra voluntad, para que a ninguno se niegue en absoluto la licencia de seguir o elegir la observancia y religión cristiana. Antes bien sea lícito a cada uno dedicar su alma a aquella religión que estimare convenirle.”

La Iglesia

El organismo encargado de adoctrinar a los seguidores del cristianismo era la Iglesia que ya existía durante la época de las persecuciones. Esta institución fue adquiriendo cada vez más poder, durante la persecución al cristianismo la Iglesia se aprovechaba de la martirización de sus seguidores para idolatrar y ensalzar el cristianismo.

Por otro lado, con el establecimiento del Cristianismo como religión oficial, la Iglesia adquirió mucho poder. Esta institución comenzó a controlar numerosos aspectos de la sociedad romana y su influencia era temida incluso por los dirigentes del Imperio. Incluso tras la caída del Imperio Romano, la Iglesia ya expandida por todo Occidente persistiría y se mantendría como una institución importante durante siglos.

Edicto de Milán

El Cisma de Oriente

En el año 1054 d.C. una vez el Imperio Romano de Occidente había desaparecido y Europa se comenzaba a formar con naciones separadas, se produjo una mutua separación entre el Papa o máximo dirigente de la Iglesia Católica presente en Europa y el máximo dirigente de la Iglesia Ortodoxa que se profesaba en Oriente, concretamente en el Imperio Bizantino.