El 27 a.C. Octavio Augusto es nombrado Emperador de Roma por el Senado, este título le otorgaba el poder sobre todos los ejércitos y legiones. Con la llegada de Octavio Augusto al poder, se produjo una lenta pero efectiva transición desde el modelo de gobierno republicano al Imperio Romano. La transición fue dirigida de manera efectiva por el Emperador, que contaba con los apoyos de patricios, proletariado y ejército.
Octavio realizó innumerables reformas que permitieron mejorar la eficiencia de las instituciones administrativas e incrementar la moral y creencia en el modelo de gobierno de los ciudadanos. El Romano era el más vasto imperio conocido hasta la fecha y Octavio Augusto desarrolló un modelo de gobierno capaz de gobernar eficazmente todos los rincones y territorios de Roma.
La transición iniciada por Augusto, concluyó en el cambio del modelo de gobierno, de República a Imperio, tras Octavio Augusto vino un periodo de prosperidad para Roma denominado Alto Imperio Romano gobernado por cuatro dinastías de emperadores principales.
Dinastía Julio-Claudia – 27 a.C.-69 a.C.
Octavio Augusto fue el primer emperador de esta dinastía y sin duda, el más dotado para gobernar el Imperio. Sus reformas hicieron posible que el Imperio subsistiera a pesar de que el sistema dinástico hereditario supusiera la llegada al poder de Emperadores nada preparados.
Al primer emperador le sucedieron, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, la dinastía Flavia concluyó con un periodo de crisis y una guerra civil.
- Octavio Augusto. 27 a.C. a 14 d.C. Gran artífice de la transición de la República al Imperio Romano.
- Tiberio. 14 a 37 d.C. Llegó al poder tras la muerte de Octavio Augusto, pero jamás dejó que le proclamaran emperador, realizó una serie de reformas que proporcionaban mayor poder al Senado. Envió a su hijo y al joven y brillante general Germánico a sofocar una revuelta en Germania, allí Germánico adquirió mucha popularidad y fue envenenado siendo el principal sospechoso el Emperador. Tras la prematura muerte de su hijo, Tiberio se sumió en una profunda depresión, dejo el mando a su amigo y prefecto pretoriano Lucio Elio Sejano. Éste fue asesinado por algunos senadores, tras ello, Tiberio retornó de su retiro y ajustició o mandó al exilio a la mayoría de senadores tras lo cual se retiró definitivamente, el imperio funcionaba por sí solo y el 16 de Marzo de 37, Calígula hijo de Germánico asesinó a Tiberio haciéndose con el poder.
- Calígula. 37 a 41 d.C. Tiberio dejó en el testamento escrito que su nieto Tiberio Gemelo y Calígula debían gobernar a su muerte. Sin embargo, Calígula que en realidad se llamaba Cayo Julio César Germánico trazó una conspiración para asesinar a Tiberio y hacerse con el poder. Durante los primeros 6 meses de su reinado, permitió el retorno de los senadores desterrados por Tiberio y realizó reformas para que el Emperador recuperara el poder perdido. Sin embargo tras los 6 primeros meses padeció una terrible enfermedad que hizo cambiar su forma de gobernar. Comenzó a gastar dinero hasta que el Emperador entró en quiebra, masacró y humilló a senadores y patricios sin motivo alguno y sumió al Imperio en una pequeña crisis. Fue asesinado en el 41 por Casio Querea apoyado por el Senado.
- Claudio. 41 a 54 d.C. Los planes de Casio Querea pasaban por asesinar a toda la familia imperial y restaurar la república, sin embargo la Guardia Pretoriana nombro a Claudio, tío de Calígula nuevo emperador. Demostró ser un gran Emperador, justo, genio militar, autoritario y piadoso, dio comienzo durante su reinado la invasión de Britania. Trató de trabajar conjuntamente con el Senado y proporcionó más derechos a los esclavos y la clase humilde. Se casó en un total de 4 ocasiones, siendo la última esposa Agripina la Menor a la cual se acusa del envenenamiento del Emperador.
- Nerón. 54 a 68 d.C. Nerón hijastro de Claudio e hijo de Agripina se hizo con el poder gracias a las maniobras de su madre Agripina en detrimento de Británico (hijo legítimo de Claudio). Agripina fue en realidad las que tomó las decisiones en los primeros años de reinado de Nerón. Finalmente este comenzó a tomar sus propias decisiones e incluso su madre trató de conspirar contra él en favor de Británico. Nerón mandó envenenar a Británico quedado vacía la línea de sucesión del Emperador. Comenzó entonces un reinado de excesos y desvirtuación de la figura del Emperador en la que el propio Nerón mandó quemar la ciudad de Roma, sus decisiones llevaron al senado a nombrar a Servio Sulpicio Galba emperador y declarar a Nerón enemigo de Roma. Este tuvo que huir y cometer suicidio en Junio del 68.
Tras la muerte de Nerón, con la línea sucesoria vacía, se produjo una guerra civil que puso fin a la dinastía Julio-Claudia y dio comienzo a la dinastía Flavia.
Dinastía Flavia – 69-96 d.C
Tras la muerte de Nerón se produjo el periodo conocido como Año de los Cuatro Emperadores, primero Galba y luego Otón, tras su muerte llegó Vitelio que se enfrentó con Vespasiano. Finalmente este último fue el vencedor iniciando la dinastía Flavia. Sobresaliente desde el punto de vista administrativo y constructivo, esta dinastía fue capaz de mantener las fronteras de roma y otorgar derechos a sus ciudadanos. Destacamos a Vespasiano, Tito y Domiciano.
- Vespasiano. 69 a 79 d.C. General romano proveniente de una familia de orden ecuestre, destacó en la invasión a Britania y tras la victoria sobre Vitelio fue proclamado Emperador por el Senado. Destacó durante su reinado las reformas financieras necesarias tras los excesos de la dinastía precedente y la programación de construcción del Anfiteatro Flavio, culminada por su hijo Tito que le sucedió tras su muerte en el 79.
- Tito. 79 a 81 d.C. Muy bien considerado por los ciudadanos romanos. Inauguró durante su corto reinado el Coliseo o Anfiteatro Flavio que había comenzado su padre. Un Emperador generoso y venerado que tras su muerte a causa de unas fiebres, fue proclamado dios por el Senado. Le sucedió su hermano menor Domiciano.
- Domiciano. 81 a 96 d.C. Idolatrado por las legiones y ciudadanos en el comienzo de su reinado por la severidad ante la corrupción. Acabó siendo odiado por los ciudadanos de Roma debido a su crueldad y exceso de autoridad, llegó a ser considerado como un nuevo Nerón. Murió merced de un complot contra su figura.
Para evitar una situación similar a la sucedida tras la muerte de Nerón, el senado se apresuró a nombrar un nuevo y respetable Emperador, Nerva que escogió como sucesor al mejor de los generales de por aquel entonces, Trajano ganándose así el apoyo de las legiones.
Dinastía Antonina
Tras el nombramiento de Nerva como Emperador en el 96 d.C. da comienzo la dinastía Antonina o también denominado periodo de los Cinco Buenos Emperadores. Estos son, Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío y Marco Aurelio. Durante esta dinastía se alcanzó un periodo de equilibrio en el Imperio, los emperadores de esta dinastía fueron extraordinariamente capaces, prueba de ello es los largos periodos en los que gobernaron.
- Nerva. 96 a 98 d.C. Tras largos años en la política y una vasta experiencia en el Senado, fue escogido por éste para gobernar Roma como Emperador. De avanzada edad, Nerva escogió rápidamente a su sucesor, el general Trajano para ganarse así el apoyo del ejército. Fue un emperador progresista y sabio, se dedicó a enmendar la situación financiera dejada por Domiciano.
- Trajano. 98 a 117 d.C. Tras la muerte de Nerva, este magnífico general fue proclamado Emperador, con su llegada se inauguró la época más gloriosa del Imperio. Con él Roma alcanzó su punto máximo de esplendor. Comenzó el denominado Siglo de Oro del Imperio Romano (Siglo II). Durante su estancia en el poder, Roma alcanzó su máxima expansión territorial, se mejoraron las infraestructuras y se construyeron infinidad de edificios nuevos. La vida política y social eran junto a la economía enormemente prospera, lo que dio lugar a una época de florecimiento cultural.
- Adriano. 117 a 138 d.C. El sucesor de Trajano optó por no extender más el imperio, sino lograr la completa cohesión del mismo para ello no dudó en viajar a todos los lugares y provincias romanas con el objetivo de optimizar la gestión territorial y asegurar las fronteras.
- Antonino Pío. 138 a 161 d.C. Uno de los reinados más apacibles de toda la historia del Imperio Romano, Antonino fue prácticamente un padre bondadoso con los ciudadanos y el imperio. Desempeñó el reinado más duradero desde que Octavio Augusto ocupara el trono. Finalmente murió a causa de unas fiebres en Marzo de 161.
- Marco Aurelio. 96 a 98 d.C. Magnífico gobernante y filósofo fue el último Buen Emperador de Roma, sin embargo a partir de su reinado comenzaron a aparecer las primeras señales de que la Edad de Oro llegaba a su fin. Las fronteras del imperio dejaron de ser seguras debido a las incursiones bárbaras, el imperio comenzó a contraerse. Amante de la paz, no conquistó nuevas tierras sino que trató de defender los territorios romanos.
Tras su muerte, Marco Aurelio en vez de escoger al hombre más capaz, cedió el poder a su hijo Cómodo que se mostró como un cruel gobernante y amante de los excesos. Fue estrangulado en diciembre de 192 por uno de sus esclavos en el baño.
Dinastía Severa
Tras la muerte de Cómodo, el Senado había perdido poder frente al ejército, y la sucesión se tradujo en una guerra civil por el poder. Finalmente fue Septimio Severo el que se alzó con el poder y fue nombrado Emperador. Los Severo son los primeros emperadores provenientes de África.
- Septimio Severo. 193 a 211 d.C. Apoyado por las legiones de la frontera Germánica, Septimio Severo alcanzó el poder en 193. Su reinado se basó en el apoyo militar y económico al ejército y la construcción de numerosas obras públicas.
- Carcalla. 211 a 217 d.C. Tras la muerte de Septimio, sus hijos, Geta y Carcalla se enfrentaron por el poder que finalmente alcanzó el segundo. Emprendió campañas militares contra los bárbaros logrando estabilizar las fronteras y continuó la obra de su padre en cuanto a construcción de obras públicas, destacamos las Termas de Carcalla. Concedió la ciudadanía romana a todos los habitantes del imperio. Sin embargo, el pueblo no lo tenía en alta estima y hacia los últimos años de su reinado realizó masivas ejecuciones. Finalmente el Prefecto del Pretorio Marco Macrino lo asesinó y se hizo con el poder.
Tras la muerte de Carcalla, Macrino, Heliogábalo y Alejandro Severo le sucedieron. Sólo este último logró perdurar en el trono tratando de apaciguar y arreglar los errores cometidos por sus predecesores. Asesinado por sus tropas en una campaña contra los sasánidas, su muerte marca el último gobierno civil de Roma. El ejército se haría con el poder a partir de ahora. Dan comienzo 50 años de anarquía total en el Imperio.