Adriano

Adriano Emperador Romano

El sucesor de Trajano optó por no extender más el imperio, sino lograr la completa cohesión del mismo para ello no dudó en viajar a todos los lugares y provincias romanas con el objetivo de optimizar la gestión territorial y asegurar las fronteras.

Emperador desde 117 a 138 d.C.

Primeros años – Ascenso al poder

Nacido en el año 76 d.C. no se tiene claro si en Roma o en Itálica, una ciudad de Hispania, en el seno de una familia bien posicionada proveniente de Italia. Sobrino segundo por parte de madre de Trajano, quedó huérfano con 8 años de edad y fue el mismo Trajano el que le otorgó una esmerada educación bajo su protección.

Se casó con una sobrina del Emperador y trazó una gran amistad con la emperatriz Plotina lo que a la postre le favoreció para ser proclamado Emperador a la muerte de Trajano.

Adriano y Trajano mantuvieron una estrecha relación, ambos provenían de una familia con los mismos orígenes y ambos crecieron en Hispania, además eran familia. Por ello, Adriano acompañó al Emperador en la campaña militar de la Dacia entre 105 y 106 d.C. fue nombrado cónsul en el 109 y finalmente gobernador de Siria antes de acceder al trono imperial.

Trajano siempre había dejado entender que Adriano era el mejor posicionado para sucederle, pero jamás lo dejó por escrito en un testamento. A su muerte, la emperatriz Plotina, que era amiga de Adriano, aseguró que Trajano en su lecho de muerte quiso que Adriano fuera su sucesor natural. Así, Adriano y Plotina se pusieron en marcha para lograr que el primero se convirtiera en Emperador.

Emperador Adriano

La principal característica remarcable del reinado de Adriano fue su indudable interés por el estado de sus territorios y los ciudadanos que en ellos habitaban. No en vano, Adriano realizó incontables viajes a las distintas provincias del Imperio, fundando nuevas ciudades y tratando de aprender y solucionar los problemas de los ciudadanos romanos.

En sus viajes venía acompañado de un extenso y preparado grupo de ingenieros que trataban de dar soluciones los diferentes problemas que en los lugares visitados se les planteaban. Esto llevó a comenzar y organizar la construcción de numerosas obras públicas, en Britania mandó construir el famoso Muro de Adriano para separar los territorios romanos de las tierras del Norte.

El Muro de Adriano

Adriano no compartía el carácter bélico de su predecesor. No trató de expandir los terrenos del Imperio Romano sino que trato de mantenerlos y mejorar su administración y el nivel de vida de sus ciudadanos. Salvo en episodios concretos, fue capaz de mantener la paz durante todo su reinado.

Encabezó las dos únicas campañas militares en las que se vio enzarzado Roma durante su gobierno. La guerra contra las tribus del norte de Britania, y la rebelión de los judíos entre 132 y 135, la conocida como Segunda Guerra Judía. Sin embargo, insistimos en que globalmente fue un periodo de paz que trajo consigo una mejora de la economía romana.

Por otro lado, Adriano realizó numerosas reformas burocráticas que tuvieron tal impacto que se mantuvieron hasta el fin del Imperio. Fue además de un emperador viajero un gran constructor, promovió numerosas infraestructuras y edificaciones como el Castillo de Sant’Angelo en Roma.

Muerte

Los últimos años de su reinado estuvieron marcados por episodios melancólicos del emperador que había perdido a su hijo adoptivo Lucio Vero entre otros familiares. La salud física de Adriano, que contaba con 62 años cuando falleció,estaba muy deteriorada, tenía problemas cardiorespiratorios. Estos problemas provocaron la muerte de Adriano el 10 de Julio de 138. Antonino Pío fue su sucesor.